Cuántas veces te extrañé mi amada
Y mis ojos perdieron su color,
Cuántas veces bebí lágrimas saladas
Que me envenenaron de dolor.
Rasgué las entrañas de mi alma
Y sólo hallé las cenizas de tu amor,
Me amparé a tu última llamada
Torturándome con tu adiós, sin valor.
Otra vez vivo en soledades del mañana
Entre latidos de mi corazón en pavor,
Describiendo ésta tétrica encrucijada
Y esperando del Divino, un último favor.
AMADO XTO
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